Tú Sacerdote

"Dios tiene un lugar para nosotros para siempre"
                                                                       Benedicto XVI


Cuando te arrodillabas delante del obispo y estrechabas tu mano junto a las suyas, hacías alianza de amor con el Cordero de Dios, el Príncipe Sempiterno, el Alfa y Omega, el principio y el fin, el Rey de la paz.....
Ser sacerdote es no pertenecerle a la oscuridad, es pertenecerle al cielo y hacer de la tierra un lugar luminoso. Nosotros fuimos llamados a vivir en la eternidad y a llevar el pueblo de Dios a la patria celeste, por eso como sacerdote camina delante del pueblo mostrándoles que aunque el camino es exigente se puede transitar en él, como sacerdote eres víctima porque en ti recae el peso del pecado de la humanidad. También eres altar porque a través de ti el cordero de Dios con su sangre toca el alma de los que un día renacieron del Agua y del Espíritu. ¿Recuerdas el día de tu ordenación? ¡Allí un sueño de Dios se hizo realidad! "Tú ..... Sacerdote"