Saludo Navideño

¡Aleluya, Aleluya!
Les anuncio una gran Alegría:
"Hoy nos ha nacido el Salvador, que es Cristo, el Señor."
(Lc. 2,10-11)

Que palabras tan hermosas y que pregón tan solemne exclamó en la noche fría de Belén ese enviado por Dios.

Estas palabras hicieron entrar en calor a causa de la fría soledad que invadía esa población tan gris y del vacio en sus corazones.

Podríamos imaginarnos el rostro del Ángel que resplandecía de gozo, cuya sonrisa en sus labios como las de un niño contento expresaban más allá de esas cortas palabras una eternidad: “…no se aflijan mas… Dios una vez mas y como siempre lo hará, ha escuchado el clamor de sus corazones… haciéndose uno como ustedes…habitando en ustedes, menos en el pecado…el Salvador…”

A partir de allí la historia no es la misma, la navidad cambió el rumbo a la historia del hombre, comenzó una nueva historia. Dios amó tanto al hombre que deseó quedarse en la tierra; en su corazón. ¡Eso es Navidad!

Navidad es Cristo en nosotros, nacido en el pequeño Belén de nuestras almas.

Navidad es abrazarse al Niño Jesús y decir: Te adoro, aunque me duele lo que me pasa… ¡Te adoro!

Navidad es cantar un Canto nuevo en oración por los que sufren las inclemencias del clima y de la oscuridad del corazón humano.

Para muchos, navidad es canto, celebración y parranda, para nosotros es celebración y silencio, oración y cambio de vida.

En nuestra madre la Iglesia Navidad es mirar la historia de Salvación y ver que a cada instante Él es nuestro Dios y nosotros su pueblo.

En tu vida navidad es mirar tus manos abiertas, las que Dios te ha dado, y disponerlas para que Dios siga bendiciendo y ayudando los carentes de recursos y de amor.

Navidad es también cerrar los ojos y escuchar en la nada el silencio de tu corazón que a cada instante proclama: ¡Jesús, Jesús, Jesús!.

Cuando éramos niños nuestras madres nos dormían en sus brazos y hacían un canto que solo nosotros reconocíamos e interpretábamos su sentido. Nuestra Madre María, la pequeña de Jerusalén, al acunar al niño en sus brazos, hacía por ti y por mí un canto de adoración que solo tú también puedes cantar.

Hemos vivido la terrible situación de los estados afectados por este fenómeno climático que ha dejado a tantas personas sin hogar. Una vez mas Jesús quiere nacer y no va a encontrar techo. Pero de nuevo el Amor Misericordioso de Dios seguirá haciendo de muchos venezolanos verdaderos hermanos que dispongan su corazón para estos necesitados, ¡Esto es navidad!

El Sueño de Dios es vivir en el corazón del hombre, donde reine la Civilización del Amor. En este 2011 como en otras ocasiones serás el mensajero de Dios que comunique el nacimiento del Salvador.

Mis manos recién consagradas este año tocaron la estrellita de plata que esta en la cueva de Belén donde nació Jesús. Este acontecimiento renovó de tal manera mi vida que pude expresar en el silencio de mi corazón: “ahora Señor según tu promesa puedes dejar a tu siervo irse en paz” (Lc.2, 29).

A la familia que me llevó a estos lugares santos siempre se los agradeceré. Esta vez ellos también han sido como éste Ángel animador en mi vida sacerdotal.

Este es el reto que Dios una vez mas pone ante ti. Ser como el Ángel Gabriel.

Quisiera tener los brazos de Dios Padre para poder abrazarte y desearte ¡Feliz navidad y próspero 2011! ¡Dios les Bendiga!

Con todo el amor de mi corazón,
Pbro. Jean Carlos Benítez FFR.